El debate entre fibras naturales y sintéticas es recurrente, especialmente en el macramé. Si bien ambas tienen usos distintos, el algodón reciclado se ha posicionado como la opción más consciente, segura y funcional dentro del entorno creativo.
Fibras naturales: calidad, sustentabilidad y mejor comportamiento al anudar
Las fibras naturales, como el algodón reciclado, provienen de fuentes renovables. Su mayor ventaja es que son transpirables, biodegradables y mucho más suaves al tacto. Además, ofrecen una experiencia de tejido mucho más agradable, especialmente en proyectos largos.
En macramé, la diferencia es evidente:
• Los nudos quedan más definidos.
• La caída de la pieza es más elegante.
• La textura es más cálida y artesanal.
• Los flecos quedan más suaves y esponjosos.
Fibras sintéticas: económicas, pero con grandes desventajas
Las fibras sintéticas —como el poliéster o el nylon— provienen del petróleo y no son biodegradables. Aunque pueden ser más económicas, se sienten menos naturales, generan más fricción al anudar y liberan microplásticos al lavarse o manipularse.
En macramé suelen tener una caída más rígida y un acabado menos artesanal.
Por qué elegir algodón reciclado
El algodón reciclado combina lo mejor de las fibras naturales con un impacto ambiental significativamente menor. Sus beneficios:
• Reduce el consumo de agua y energía en su producción.
• Rescata y revaloriza residuos textiles.
• Mantiene la suavidad y resistencia original.
• Es ideal para todo tipo de proyectos: tapices, bolsos, portamaceteros o piezas pequeñas.
Además, permite crear con propósito, transformando materiales descartados en piezas hermosas y duraderas.
Optar por fibras naturales recicladas es una forma práctica y responsable de cuidar el planeta.
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